Desarrollador y lo que surja

Experiencia tras 9 meses de teletrabajo

Vuelvo a escribir sobre lo mismo después más de medio año teletrabajando.

Avances, 1, 2…

Desde el 10 de marzo aproximadamente he estado trabajando desde casa. Al principio se hizo un poco duro no ver en persona a los compañeros de trabajo, pero en mi caso tampoco mucho ya que el proyecto en el que estaba trabajando se canceló debido a la pandemia. Actualmente no conozco en persona a mis compañeros de equipo y aunque me da la impresión de que a algunos les conozco como si hubieramos venido juntos de parbulitos, con otros aunque no les conozca mucho, sí que me tomaría unas copas si cayesen. Voy a ir poquito a poco dando la nota de lo que opino de los topics, no me echéis a los leones si discurro un poco más de lo normal, este post va a tener un tono algo distendido.

Sobre el pair-programming

A medida que pasaron los días, no sólo no vi puntos fuertes como mantener el foco durante más tiempo en lo que estaba haciendo, si no que, debido a mi miopía, era más productivo compartir pantalla en una herramienta de videoconferencia que estar haciendo pair programming al lado porque veía mejor. Me siento muy afortunado de ser miope y sólo utilizar las gafas para conducir o ver la televisión, cosas que gracias al teletrabajo cada vez son menos frecuentes en mi vida.

Bueno, que ya empiezo a irme del tema. Nadie duda de los efectos beneficiosos del pair-programming, pero tiene una gran pega: es altamente contagioso y más en tiempos de pandemia. Al utilizar el equipo de otro compañero o viceversa, la proximidad al compañero, el hablar sin mascarilla, o hasta compartir mesa al comer hace de la experiencia un episodio problemático a día de hoy. Aunque la pandemia parezca más controlada, pues los niños ya van al cole, sigue habiendo muchas restricciones por la gente que no se toma esto en serio. Las navidades de 2020 serán las primeras en las que algunos pasaremos cada uno en su casa por evitar la propagación del virus, y por evitar que nos lo propaguen.

Sin embargo no todo es malo. Compartir pantalla e ir a la par con tu compi hablando de las cosas, poder tener el control del equipo de tu compañero por si quieres señalarle algo o hacer un pequeño boceto de diseño con cajitas (como el descubrimiento de excalidraw) es algo que, aunque no es lo mismo que presencialmente, ayuda bastante y refuerza las ideas.

Sobre el presentismo laboral

No me odiéis pero creo que se ha germinado la semilla del fin del presentismo laboral. Ahora las personas empiezan a juzgar por resultados en lugar de por la presencia de personas a horas intempestivas.

No me extenderé mucho por aquí, pero el teletrabajo me ha ayudado a conciliar mi vida familiar y también me ha permitido crear nuevos hábitos saludables.. No echo de menos los atascos, los madrugones y el ir con prisas por tener que ir al trabajo. Tampoco echo de menos llenar el depósito cada fin de semana, ni tampoco echo de menos llegar a casa por la tarde-noche sin posibilidad de dar un paseo y ver el atardecer.

Son esas pequeñas cosas de la vida por las que merece la pena luchar y que no las perdamos. Hemos levantado el país desde nuestra casa poniendo todos los medios posibles de forma voluntaria. Yo me conformo con poco y no me gusta tensar la cuerda más de la cuenta, pero he ganado en calidad de vida. Una calidad que me encantaría no perder. Estoy hablando de haber conseguido calidad de vida en tiempos de pandemia: soy bastante afortunado, la verdad.

Sobre saber teletrabajar

Las personas que no son disciplinadas o que no saben hacer su trabajo, tienen muchas dudas de todo, o que son juniors en potencia van a tener muchos problemas para teletrabajar y sacar trabajo adelante de forma más o menos autónoma.

Las personas que no tienen un espacio dedicado en su casa han tenido 9 meses para encontrarlo ya que esto viene para largo. El futuro, ¡qué digo!, el presente de la informática es remoto o no será.

Por añadir también, a partir de ahora la correctitud del lenguaje escrito se va a llevar más que lo bueno que seas en las distancias cortas, por ello que me vea motivado, de vez en cuando, a escribir algún post como este que nadie se va a leer. Si has llegado hasta aquí, te doy «mis dieses».

Sobre las reuniones

Ha tenido que venir el Coronavirus para que trabajemos desde casa e ir al grano en las reuniones. Poder dejar una reunión a las 11:59 y entrar a otra a las 12:00 no era posible en el modo presencial que nos han impuesto toda la vida. Los chascarrillos de la reunión, el ¿qué tal te va la vida? o el 4-0 de tu equipo favorito de ayer se quedaron en el modo presencial o en tu vida privada. A las reuniones se va al grano y cuando no hay nada más que hablar, se finaliza la reunión «y que cada loco siga con su tema».

Por lo que he visto, hay bastante más facilidad de que te inviten a una reunión de oyente (mientras sigues en background haciendo tus cosas) que en presencial, por lo que la transparencia también ha aumentado bastante.

Y esto es todo más o menos por hoy. Veremos si mi experiencia cambia cuando el Coronavirus deje de ser una pandemia.